October 25, 2022
Desde que tenía 8 años y pisé por primera vez una pista de atletismo, soñé con representar a mi país en el escenario más importante. Durante mis años escolares competí y siempre me esforcé por ser mejor, más rápida.
A los 23 años, me alejé del atletismo competitivo y me concentré en mi carrera como maestra de primaria. Mi mentalidad de "todo o nada" me impedía dedicarme al 110 % a mis dos pasiones, así que abandoné el atletismo competitivo durante un año.
Un deseo fuerte se apoderó de mí: tenía talento, era fuerte y rápida. ¿Por qué iba a dejar de lado mis sueños y mi potencial como atleta? A los 24 años, me uní a un nuevo grupo de entrenamiento con un nuevo entrenador y me prometí a mí misma trabajar más duro que nunca. Todos los días, salía de casa a las 7 de la mañana para dar mi clase y regresaba a casa a las 10 de la noche después de una agotadora sesión de entrenamiento. Sacrifiqué mucho tiempo con mi familia y amigos para lograr el objetivo final: ser la mejor del país en mi evento y ganarme el honor de representar a mi país en el escenario mundial.
Después de tres años de trabajo duro y dedicación, llegué a mis primeros Juegos Olímpicos en Tokio y desde entonces he representado a mi país y he ganado dos Campeonatos del Mundo, dos Campeonatos de Europa y un Juego de la Commonwealth. Soy tres veces campeón británico.
Ahora soy un atleta profesional, pero me costó mucho trabajo y disciplina llegar hasta aquí. El viaje aún no ha terminado, es solo el comienzo y sé lo que se necesita para lograr mis sueños.
Por eso #IAMNOBULL.